La casa de tus sueños

La sociedad y la forma de vivir personas ha cambiado, cada vez es más habitual vivir independizados y no necesariamente en pareja. Vivir solo significa crear un hogar centrado únicamente en tus necesidades y tus hábitos. Diseñar tu propio hogar es fundamental para sentirte cómodo al volver a casa.

La clave para hacer de tu casa un hogar es ser tú mismo: encuentra el estilo que mejor te defina y encaje con el espacio.

A la hora de seleccionar busca materiales acordes a tu perfil, actúa con libertad y encuentra el equilibrio entre el espacio, la luz natural y el entorno. ¿Un piso pequeño? Céntrate en líneas livianas, la calidad de la madera y versatilidad de sus usos, será un estilo perfecto para los espacios más reducidos.

Aquí te dejamos los siguientes consejos para sacar el máximo partido a tu vivienda individual.

Convierte la cocina en tu principal aliado. Si cuentas con poco algo de espacio lo ideal es que la cocina tenga una isla o península, donde compartir momentos con tus invitados o hacer de tus comidas algo más práctico de lo habitual. La distribución en la que se integra la cocina al estar-comedor añade calidad estética con mucha luz natural. Opta por un mobiliario sencillo: superficies sinterizadas, tiradores ocultos, colores claros y una correcta iluminación sectorizada.

Aprende a disfrutar de tu salón. Un sofá cómodo y profundo y alguna butaca de diseño o un chaise longue repleto de cojines: esa será la clave de tu salón. En espacios más reducidos puedes optar por un sofá esquinero que sirva las veces de cama para tus invitados. Una mesa central que acepte diferentes usos, armada con diferentes módulos. Busca librerías funcionales, donde instalar la cadena musical, el televisor; así como con lugares donde guardar aquellos objetos que no desees tener a la vista. Si prefieres algo más liviano elige aparadores bajos o baldas corridas de pared, muy útiles para hacer más personal la estancia con cuadros de decoración.

Un trío ganador: dormitorio, vestidor y baño. Estos tres espacios, al estar relacionados funcionalmente, pueden concebirse en un diseño conjunto. Otra opción práctica es eliminar las divisiones fijas o ciegas, para que vestidor y baño se unan al dormitorio. Si dispones de poco espacio y tienes pocas opciones de almacenaje, un mueble que actúe como vertebrador te ayudará a conseguir una mejor distribución.

Por último, crea una atmósfera nocturna agradable. Un interior bien iluminado, con diferentes calidades e intensidades de luz, es imprescindible en una casa en la que vives solo, donde el clima nocturno ha de ser atractivo, alegre y sereno.

¿A qué altura debe estar la superficie de trabajo de una cocina?

Actualmente la cocina se ha convertido en el espacio más transitado de la  casa.

Ha dejado de ser un lugar destinado solo para su uso culinario, y ha pasado a ser un espacio funcional con diversidad de usos donde se desarrolla gran parte de la vida social de una casa.

Por ello, es necesario tener un mobiliario adaptado a las necesidades de cada familia y prestar especial atención a los muebles bajos, pues su altura deberá estar adaptada a la altura de las personas que vayan a compartir este espacio.

Para calcular la altura final de un mueble bajo, hay que tener en cuenta la medida de tres elementos:

Altura del mueble + Altura del zócalo + Grosor de la encimera

La suma de estos tres elementos, será la altura final de la superficie de trabajo de una cocina.

Tanto los muebles como los zócalos, suelen tener medidas estandarizadas. En el caso del zócalo, su altura varía de los 10 a los 18 cm. y en el caso del mueble, varía de los 70 a los 80 cm.

Jugando con las distintas alturas del zócalo y la altura del mueble, alcanzaremos la altura deseada sin olvidar que le tenemos que añadir el grosor de la encimera; que dependiendo de su material, podrá variar desde los 2 hasta los 12 cm.

Una vez ya sumados estos elementos, ya tendremos la altura final de la superficie de trabajo deseada.

Como ves, el diseño de una cocina, es un proyecto único que debe estar adaptado a las necesidades de cada cliente.

En García de la Vega estudiamos tanto el espacio como las personas que lo van a compartir. Y con ello diseñamos una cocina funcional y ergonómica donde poder trabajar todos cómodamente.